Si aún te estás preguntando si la iniciativa emprendedora es clave en la sociedad actual, la respuesta es contundente: es un engranaje vital para impulsar el motor de cualquier economía.
Gracias a su importancia económica y social, tiene sentido entonces que se cultive, motive y apoye sin paliativos a las iniciativas emprendedoras en la medida de lo posible, tanto desde las instituciones públicas como privadas. Pero, ¿cómo podemos fomentar el espíritu emprendedor?
A continuación, algunas de las claves a tener en cuenta:
1º) Desarrollar una mentalidad emprendedora
El éxito como emprendedor no solo depende de la habilidad para lidiar con los números y las finanzas. A pesar de que estas capacidades son básicas para facilitarte el camino hacia numerosas oportunidades de negocio, el desempeño como emprendedor dependerá en gran medida de tu mentalidad emprendedora.
Debes de tener siempre presente que una iniciativa emprendedora siempre se identifica con dar respuesta a retos y problemas, o sea, brindar soluciones de una manera que no se ha hecho antes. Para ello, es necesario fomentar un pensamiento independiente y una mentalidad con una perspectiva única, capaz de correr riesgos, idear soluciones innovadoras y con la fuerza suficiente para poder gestionar en una época caracterizada por la inestabilidad y la incertidumbre.
¡Pero no te desanimes! La mentalidad emprendedora se puede desarrollar con tiempo y esfuerzo. Lo importante es que puedes disponer de una serie de prácticas que conviene poner en marcha como la reflexión diaria, que te ayudarán a tomar decisiones meditadas y con claridad. Por ello, es imprescindible que estudies, te informes, que leas todo lo que puedas para tener esos datos y novedades que te ayudarán a reforzar tu mentalidad innovadora y emprendedora. También, te va a marcar una diferencia con otros, tu capacidad de aprender de las experiencias de otros emprendedores ya experimentados que te ayudará a evitar futuros errores como emprendedor.
2º) Enfrentarse a retos y situaciones desafiantes
Es importante que puedas asistir a eventos empresariales con la finalidad de crear redes de contactos y que puedas apoyarte en mentores experimentados que te puedan guiar en tus primeros pasos como emprendedor, además de que te puedan ofrecer nuevas perspectivas sobre tu negocio, el mercado, etc.
Todas ellas también son acciones que estimularán tu mentalidad empresarial.
3º) Pensar diferente
Es importante tener curiosidad, inquietud y creatividad, ya que son la base del espíritu empresarial. Ser capaz de ver las situaciones y las necesidades del público de una forma diferente para aportar soluciones y poder dar respuesta a esas lagunas que siempre un emprendedor termina encontrando en el mercado, lo que genera disponer de un nicho, abrirse la puerta para estar llevando su idea a la acción.
Se trata de identificar una idea de negocio basada en una oportunidad detectada en el mercado. Conviene diferenciar ambos conceptos. Una idea de negocio en sí misma puede no resultar fructífera. A diario surgen cientos de ideas de negocio, pero como es lógico no se ponen en marcha tantos negocios como ideas surgen, ya que buena parte de ellas no responden a ninguna oportunidad real.
Para determinar si dicha idea está basada en una oportunidad de negocio real, el emprendedor tiene que analizar aspectos clave como el tamaño del mercado, el perfil del target al que se quiere dirigir o la competencia que existe.
4º) Tener acceso a la financiación del proyecto
La falta de financiación es uno de los principales muros que frenan las iniciativas emprendedoras. Contamos con escasos fondos de capital riesgo en España. No obstante, los emprendedores pueden recurrir a otras vías como los Business Angels, las aceleradoras de startups o las incubadoras.
Asimismo, desde las entidades estatales y autonómicas se convocan subvenciones y ayudas públicas dirigidas a impulsar el emprendimiento de proyectos innovadores de forma directa o indirecta que conviene explorar.
5º) La formación y capacitación
La formación empresarial resulta vital para que una iniciativa empresarial llegue a buen puerto. De hecho, aprender los principios subyacentes para dar vida a un negocio debería ser tarea obligada de cualquier persona con iniciativa emprendedora. Es la vía más confiable para alcanzar el éxito en un ámbito en el que el fracaso es común. Ten presente que a día de hoy 1 de cada 3 negocios no llegan al tercer año de vida.
A través de la formación no sólo se adquieren habilidades y conocimientos para generar ideas de negocio o desarrollar y hacer realidad empresas propias, sino que se profundizan en áreas clave para el emprendimiento como las finanzas, las ventas, el marketing o la contabilidad. Del mismo modo, en programas de formación especializada a nivel de postgrado como es el caso de un MBA se refuerzan en el perfil emprendedor aptitudes esenciales como la variedad de tipos de liderazgo directivo, la comunicación o la confianza.
En conclusión, el aprendizaje continuo debe ser una máxima de cualquier emprendedor que tenga como objetivo prepararse para el éxito.