Siempre con la mirada puesta en el interés de la iniciativa emprendedora, hemos estado analizando y comparando algunas ideas que circulan en la red y que nos parecen dan respuesta a nuestra propuesta de hoy. Por ejemplo, con el título “Claves para ser un emprendedor exitoso” en la web del Banco Santander en referencia a la formación empresarial emprendedora, nos advierte que según Linda Rottenberg, CEO y fundadora de la red Endeavor, «un emprendedor es alguien que tiene la habilidad de ver el mundo de otra forma, el coraje para actuar en consecuencia y soportar que lo acusen de loco».

Y después de señalar esta referencia pasa a señalar las habilidades que se requieren para recorrer ese camino con éxito, de las cuales ya hemos dado cuenta en este portal en artículos anteriores, o sea: en primer lugar, ser persistente, ya que probar una idea, se corresponde siempre con seguir ciertos pasos, refinarla y construir en base a lo aprendido. Destaca el Banco Santander que “lo único que tenemos que hacer para ser buenos, en cualquier campo que sea, es practicar una, y otra, y otra vez”.

Coloca en segunda posición a uno de los elementos más importantes para los que sienten “ese llamado” a la iniciativa emprendedora: se refiere a “aprender y cambiar rápido”. Nosotros nos hemos referido a “La importancia de la formación para el emprendimiento de un negocio” que pueden ver en https://een.edu/iniciativa-emprendedora/la-importancia-de-la-formacion-para-el-emprendimiento-de-un-negocio/, pero asimismo, nos parece de interés lo que dice el Santander respecto a esta cuestión, para lo cual cita a Eric Ries, pionero del movimiento Lean Startup, que sostiene que “un emprendimiento es algo más que un producto; es una institución que necesita gestión, es decir, una nueva clase de gestión, específicamente orientada a un contexto de incertidumbre extrema”.

Y coincidimos, porque en el inicio de la actividad emprendedora, la ilusión y la fuerza de una idea se ha materializado en un proyecto empresarial palpable, y que como en todo inicio no se tiene muy claro la respuesta del mercado a nuestro nuevo producto y/o servicio ofrecido, por lo que estar muy atentos a cómo va marchando el negocio, si hay que hacer cambios sobre la marcha, etc., se convierte en no solo de vital importancia para la acción que estamos emprendiendo, sino para un aprendizaje de lo que no debemos hacer y lo que sí ya sabemos que funciona.

Por eso Ries dice que “una de las consignas básicas es no perder tiempo en cosas sin importancia. Un problema que surge cuando se dan por ciertas las suposiciones e hipótesis sobre el comportamiento del cliente. Por lo tanto, en vez de dedicarle un par de meses al plan de negocios y al estudio del mercado, y el doble o el triple de ese tiempo al desarrollo de un prototipo, su propuesta es la de descubrir lo que realmente importará a potenciales clientes”.

Por tanto, según esta tesis, cuando se lanzan productos con bastante frecuencia, con los cambios necesarios que hayamos observado sobre su comportamiento en el mercado, esto es parte de ese aprendizaje, ya que, si se comprueba que la estrategia no está funcionando como esperábamos, hay que rápidamente dejarla de lado y buscar una nueva estrategia, sin que ello suponga olvidar cual es nuestra meta como start-up ni la visión que nos habíamos impuesto.

En cuanto a consejos, sugerencias, pasos a dar, claves, etc. se pueden contar por centenas, basta poner las palabras orientativas en Google. Pero a fin de ser prácticos y dar un servicio a nuestros lectores/as, destacamos algunas de estas ideas que nos parecen de interés:

1º) Expresiones parecidas con la misma finalidad

Hay una gran similitud en cuanto a expresiones tales como “claves para ser emprendedor y crear tu propio negocio” y diversas variantes sintácticas pero que nos conducen al mismo fin: comprender cada vez más los pasos que los aspirantes a montar su propia actividad económica, deben seguir, mejor dicho…DEBEN CUIDAR de cumplir escrupulosamente.

Por ejemplo, expresiones como: “si has decidido poner en marcha tu propio negocio, carga bien las pilas”, o la consabida de que “emprender requiere un gran esfuerzo”.

2º) Prestar atención constante

Cuando hayas tomado la decisión de emprender, debes prestar una atención constante, muy atento a cómo van sucediendo los acontecimientos. Tienes que tener en cuenta que vas a tener que trabajar el doble. (Esto no necesariamente será así todo el tiempo, pero en comienzo de la actividad, deberás asumirlo).

3º) Emprender es una oportunidad de crecimiento personal y profesional

Cuando has iniciado tu actividad es una motivación constante que te estimula a seguir y sortear las dificultades. Y una vez que tengas claro tu objetivo como negocio, tienes que desarrollar tu plan de negocio y ver cuáles son tus fuentes de financiación. Es básico que debes darte a conocer y hacer un buen branding, tanto de tu negocio como personal.

4º) Tus habilidades te condicionan

Debes de tener bien claro qué pasos vas dar una vez que ya hayas descubierto cuáles son tus habilidades y experiencias para enriquecer tu idea de negocio. Porque si algo no debes olvidar, es que tu negocio existe hoy por una idea que has sido capaz de plasmar en la práctica. Pero que mañana mismo ésta (tu idea/negocio) se diluirá como un azucarillo en el café si no logras ventas, por lo que necesitas clientes y reconocimiento de marca, así como de lo que estás brindando como servicio/producto, que se vea claramente que lo que ofreces tiene una ventaja en cuanto a calidad, precio y el propio servicio en sí que das a la clientela potencial.

De ahí que es conveniente que conozcan (o al menos hagas un esfuerzo importante en el comienzo de tu actividad) por conocer las necesidades del tipo de clientes al que te vas a dirigir. Cuáles crees que son sus demandas actuales, además qué cosas sabes que les están preocupando en el presente, como que, por ejemplo, un competidor tuyo con más antigüedad no les está brindando. Puede que ahí se te está abriendo un nicho de mercado.

Esta preocupación por tus clientes es buena para que vean que empatizas con los potenciales consumidores de tus productos/servicios, para facilitar su decisión de compra y/o de contratarte, según sea el caso. La cuestión, es ir creando esa confianza, mostrar una comunicación abierta y generadora de esa confianza.

5º) Pasos que demuestran que ya estás hilando muy fino

Puedes entonces aplicar el siguiente método que vaya demostrándote cómo eres de verdad (el alcance de tu negocio y la calidad del servicio/producto ofrecido) frente a clientes y tu propio personal:

– Hacer pequeñas pruebas de tu negocio para medir los posibles riesgos antes de actuar (algo que es muy aconsejable, incluso, personas de confianza de tu entorno profesional, por ejemplo, ex compañeros de la empresa en la que trabajabas).

– Debes seleccionar muy bien la razón social (el nombre que le das a tu negocio) y que va a pasar a ser tu marca en el futuro, aquella que te va a diferenciar del resto.

– Por eso, desde el inicio, cuando tu idea emprendedora ya ha cogido forma, debes asesorarte en cuanto a todos los aspectos legales, mercantiles, laborales y fiscales, a fin de no incurrir desde el vamos en omisiones que te depararán pérdidas de tiempo futuras y dinero. Esto también incluye (este asesoramiento) una elección muy sopesada de la forma legal que tendrá tu negocio.

– Tendrás que asegurarte que tu Web cumpla su cometido de que el sitio sea visitado, que funcione correctamente, que sea operativa, rápida, atractiva para el usuario y que esté siempre actualizada. Es importantísimo que cuentes con un blog corporativo que dé soporte y apoyo a la Web.

– Proporciona un servicio al cliente impecable. Interactúa con las personas y debes tener un especial cuidado con los clientes que ya tienes.

– Mejora continuamente tus prestaciones ofreciendo nuevos productos o servicios.

– Selecciona y contrata a los empleados adecuados para tu negocio. Para ello, busca varios candidatos, no te conformes con conocidos.

– Lo que coloquialmente se dice que, te conozcan por la expresión “de boca a boca” no es ninguna tontería. Es muy recomendable, y hoy día, en cualquier ciudad, por ejemplo, de España, en el que buscas una clínica dental, verás en Internet los comentarios favorables y los que no lo son de su actividad. Pese al auge imparable del marketing digital, es incuestionable que un buen marketing de boca a boca puede resultar muy beneficioso para dar a conocer tu empresa y tu producto o servicio.

– Es conveniente que te alejes de cualquier persona que no tenga ese pensamiento positivo que necesitas, o sea, huye de la negatividad.