Cuando la formación sea en el nivel que sea, está alineada con el futuro, siempre los resultados son buenos para la sociedad en general. No hay mejor aprendizaje que el que otorga la práctica y la experiencia.
Cuando se ponen sobre la mesa esos conocimientos adquiridos, pero con una finalidad de aplicación, el beneficio para la comunidad es indiscutible.
Es por este motivo que el Instituto de Enseñanza Secundaria Luis Vives que está ubicado en Leganés, Madrid, sus alumnos de Enseñanza Secundaria tienen un aula que se diferencia de las aulas convencionales de las instituciones educativas: porque tiene una pared de cristal y cuenta con una mesa central de trabajo en vez de los pupitres convencionales de un colegio.
Esta puesta en escena facilita que, con el soporte de profesores, puedan los alumnos exponer sus ideas y llegar a que tomen forma de proyectos empresariales. De esta manera, han desarrollado iniciativas para construir varios prototipos, un aparcamiento para patinetes o una marquesina de autobús con techo solar.
El objetivo de crear micro empresas
Las aulas de emprendimiento se pusieron en marcha en centros públicos de Formación Profesional con el objeto de facilitar los instrumentos necesarios para crear microempresas y promover el autoempleo, como alternativa al trabajo por cuenta ajena. El Luis Vives fue uno de los primeros en sumarse a esta iniciativa.
El director del centro, Juan Carlos Morales, afirma que “empezamos en 2017 con el proyecto dar un cambio metodológico”. Y para ello, lo primero que surgió fue la idea de crear un espacio único, que fuera visible para los alumnos, donde, nada más entrar, comprendieran que algo iba a ser distinto.
“Cambiamos la estructura de las aulas, tiramos un pasillo e hicimos la pared de cristal, y eliminamos los pupitres, poniendo en su lugar una mesa de reuniones”, así describía Juan Carlos Morales la remodelación que se había hecho.
Cambiar de metodología
Conseguido el escenario, fue preciso dotarlo de contenido. Y ahí, el director Morales tenía claro lo que se buscaba. Porque tenía claro que los profesores de Formación y Orientación Laboral que coordinan el aula de emprendimiento, se forman en metodologías diferentes y en la empresa. Por tanto, cuentan con conocimientos diversos y experiencias también diferentes. La finalidad no era la clase magistral tradicional en la que el profesor habla y los alumnos escuchan, sino de interactuar y formar a los alumnos a trabajar por retos, haciendo proyectos que marcan ellos mismos. El éxito no se hizo esperar, ya que este centro ha ganado premios por dos proyectos de emprendimiento, el último en 2022, convocado por la Cámara de Comercio.
La imaginación y la iniciativa de los alumnos es infinita y sorprendente
Es interesante cuando se propusieron hacer un proyecto colaborativo con un centro de Educación Especial en Leganés, el Alfonso X el Sabio y desde esta institución se les dijo que estaban necesitados de mesas de luz. Entonces, los alumnos del centro de Leganés, crearon tres diseños diferentes de mesas de luz, hicieron los prototipos y finalmente los construyeron.
Es sólo un ejemplo, al que se pueden añadir otros muchos, ya que los alumnos de FP de este centro de Leganés, van muchos con patinete eléctrico y no tienen dónde dejarlo. Fue entonces cuando se les ocurrió diseñar un aparca-patinetes, siendo entonces los estudiantes de carpintería mecánica los que inventaron su propio dispositivo.
Las ideas surgen de los estudiantes y los profesores les apoyan y orientan
Un grupo de alumnos lanzó la sugerencia de trabajar en los objetivos de desarrollo sostenible, y se pusieron a ello. El resultado ha sido un contenedor marítimo transformado en una casa de consumo cero, y una marquesina cuyo techo es de placas solares, y permiten cargar los patinetes y otras cosas.
El alcance de estas iniciativas
En la actualidad, hay 85 centros docentes públicos en la región que cuentan con este tipo de aulas de emprendimiento. La Consejería de Educación, que dirige Enrique Ossorio, tiene previsto crear otras 27 en centros de FP durante este curso 2022-23. Este proyecto de aulas de emprendimiento vio la luz en el curso 2016-17 en el IES Clara del Rey, y el Luis Vives fue también de los primeros en sumarse al mismo.
En estas aulas se dota a los alumnos de los instrumentos que necesitan para constituir microempresas. Los alumnos que tienen una idea de negocio pueden usar los recursos con los que cuentan estos espacios para convertir su proyecto en una empresa. Y, de esta forma, se convierten en emprendedores.
Las aulas cuentan con un mentor encargado del asesoramiento y con equipos informáticos
A ella pueden acudir alumnos de FP básica, grado medio o grado superior, y también antiguos alumnos en los tres años siguientes a la finalización de sus estudios. Este esfuerzo tiene sus frutos, porque todo este conocimiento aplicado se convierte en polos tecnológicos de innovación: estas aulas colaboran con espacios tecnológicos, lo que permite a los alumnos crear los prototipos que han ideado.
Desde el IES Luis Vives, Juan Carlos Morales es un observador privilegiado de la evolución de la FP, que, según detecta, “está dejando de ser el patito feo y se va transformando en cisne, aunque aún es un cisne gris”. Reconoce que, en atractivo para el mercado laboral, este nivel educativo gana de largo a la universidad: “Aquí hay familias profesionales en las que las empresas nos reclaman continuamente chavales para trabajar”, dándose el caso incluso de que la demanda supera a la oferta.